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¡Lágrimas de ceniza ya está en papel!

 ¡ Hola, familia ! Oficialmente la primera entrada del año en este blog llega casi a finales de febrero, efectivamente, pero por una buena causa. Lágrimas de ceniza ya está disponible en papel en las principales plataformas de venta de libros y librerías seleccionadas.  Y no va a ser la única protagonista de la jornada de hoy. ¡Vamos a ello! Toca empezar por el principio, y ese no es otro que haciendo honores a lo que acontece. Universo de letras ha publicado la edición en papel de mi última novela, misma editorial que hizo posible el lanzamiento en papel de Recuerda y Rododendro . Es un grupo editorial que además de ofrecer servicios de autopublicación, mantiene un acuerdo con el Grupo Planeta , motivo por el que ha sido posible lanzar estas versiones en papel. El formato de impresión es el mismo usado con Recuerda y con Rododendro , para respetar la continuidad en mis trabajos, mismo tamaño y mismo acabado en efecto mate. Ahora vienen las sorpresas.  Para la ocasión, hemos decidido

El primer libro que... (artículo, parte 2)

Hola resguardados. Aquí estoy, tal y como dije, con la segunda parte del artículo sobre lecturas pasadas, que comencé con "El último libro que..." (y sí, ya lo sé, parece que todo lo hago al revés porque lo lógico habría sido empezar por este artículo... misterioso ¿verdad?)
En aquel repaso a las últimas lecturas que habían despertado sensaciones varias al pasar ante mis ojos, dejé la puerta abierta a este añadido, que ahora me parece una estupenda idea y un ejercicio de memoria de los buenos, porque no ha sido tan fácil como puede parecer, acordarse de esa primera vez que un libro te hizo experimentar tal y cual sensación. Por eso, el resultado ha sido muy enriquecedor y el paseo por mis inicios como lector ha valido la pena.
Para que sirviera a modo de comparación, se mantienen las mismas categorías. Resulta curioso ver como han cambiado mis preferencias y gustos a la hora de dejarme llevar por un libro para soñar o ponerme furioso, que hay de todo. ¿Vamos con esos primeros libros?


El primer libro que...


...me hizo soñar: Harry Potter y la piedra filosofal (J.K. Rowling).
"Huy, qué típico el niño", pues qué le vamos a hacer, si es que soy de la generación Potter. Esta saga tiene gran parte de la culpa (por así decirlo) de que acabara leyendo y luego lanzándome a escribir. Estos libros son tan especiales y complejos, que encajarían en todas y cada una de las categorías (sí si, hasta la de enfadarme, porque mira que matarme a... no, nada de spoiler) y son de los pocos que puedo leer y releer como la primera vez. Fue allá por el 2.000 cuando llegó a mis manos, a mis tiernos 10 años (de eso nada, que yo era un bicharraco duro) y la verdad es que cambió mi forma de ver la lectura, haciéndome disfrutar de ello por primera vez. Ahí lo dejo, porque la verdad es que sobran más palabras.

...me puso de mal humor: La familia de Pascual Duarte (C.J. Cela).
En mis primeros años de lector, lo cierto es que no corría muchos riesgos, leía exclusivamente lo que sabía que me gustaría, y siendo sincero, leía poco, así que no tuve malas experiencias hasta que... llegaron las lecturas obligatorias en el instituto. Y sí, uno de los grandes, como es Cela, me puso de mal humor, me frustró y hasta me hizo cerrarme en banda sentenciando "este libro es cruel sin sentido". Claro está que era un chaval acostumbrado a leer otro tipo de historias más convencionales y fantasiosas, por lo que con el tiempo he aprendido a apreciar el mensaje y las formas de aquella historia, pero el berrinche que me entró al acabarlo no lo olvido nunca, ahora hasta me río recordándolo (pero no, no lo he vuelto a leer, mejor no arriesgarse).

...me estremeció: Alicia en el país de las maravillas (Lewys Carroll).
Siempre he pensado que una de las peores ideas que tuve de niño fue leer este libro, no el hecho de haberlo leído, sino hacerlo tan pequeño, porque a pesar de ser una lectura que se puede recomendar a niños, a mí, me hizo sentir ansiedad y claustrofobia. Llegué a deprimirme por la mala suerte de su protagonista y ese mundo tan tétrico que, como apunte meramente personal, me resultaba angustiante. Es un clásico estupendo e imaginativo, pero al terminarlo lo primero que sentí fue alivio, alivio por haber dejado atrás ese mundo de "maravillas" (término dudoso) dado que en esa época apenas leía (y desde luego nada como Lewys Carrol).

...me hizo reír: Manolito gafotas (Elvira Lindo).
Si con Harry Potter volaba mi imaginación, con Manolito se me desencajaba la mandíbula de las risas que me echaba. Y sé que exageraba, digamos que sería la edad, pero es que yo solo en mi habitación me reía durante horas y eso no se olvida. Con cada aventura, Manolito me regalaba sonrisas, porque cuando no reía, era así como estaba, sonriendo todo el rato. Leerlo con la edad justa me hizo muchas veces sentirme uno más en la pandilla, porque realmente es un relato muy cercano a la vida de cualquier chiquillo, y el tono familiar que se respira en su conjunto es de admirar. Como anécdota, os cuento que no sólo me hacía reír a mi, porque mi madre cayó en las redes y se dejó llevar por yo "más niño" y disfrutó de un rato de risas.

...me hizo pensar: La sonrisa etrusca (Jose Luis Sampedro).
Aquí otra lectura obligatoria de instituto, pero esta llegó en otro momento de mi adolescencia y llegó a calarme hondo, como se suele decir. Disfruté mucho y aún no lo he olvidado. Con una historia simplista, íntima, el anciano protagonista se ganó mi cariño, y a medida que se acercaba el final, uno ya sentía un pequeño nudo en la garganta. Tengo que deciros, que no soy muy asiduo desde entonces, a historias protagonizadas por ancianos, porque no miento al decir que al terminarlo, dio para muchas noches en vela, reflexionando sobre lo que significa envejecer y echar la vista atrás para darte cuenta de que hay mucho más allí de lo que queda por delante. Podría decirse que este libro me ayudó a dar un paso hacia la madurez (solo un paso, porque a veces pienso que no la he alcanzado del todo).



Pues hasta aquí mis orígenes lecturíles. Espero que esta ampliación de "mi vida a través de los libros" os de una visión de cómo soy, como lector al menos. Y bueno, el anterior artículo terminé cediendo (Si es que hacéis presión y me vengo abajo) y os revelé esa última lectura que me había robado unas lágrimas. Era mi intención terminar este del mismo modo, pero resulta que no he conseguido recordar la primera vez que lloré leyendo un libro, y eso me ha hecho pensar bastante, y repasar todos los libros que leí cuando era un chiquillo, pero nada, no me ha venido a la mente, así que... otra vez será (lo juró, no es una excusa para escaquearme!).

Aquí me tenéis para echar un rato de charla, y para que no quede esto tan desangelado, pues os dejo una recopilación de las portadas de los libros que se mencionan aquí. ¿Cuáles fueron vuestras primeras lecturas en despertar sensaciones intensas?  ¡A comentar!



Comentarios

  1. ¡Hola!
    La verdad que yo de niña solía leer libros para más adultos o libros típicos de el porque de las cosas o cosas curiosas que saber. Los que si he leído ha sido la saga de Harry Potter que crecí con ella, mi favorito el tercero sin duda. Manolito Gafotas también lo leí. Pero de uno que guardo muy buenos recuerdos es Hoyos de Louis Sachar, un libro obligatorio del colegio y que me lo leí en una tarde, no podía parar de leer.
    Un beso, una entrada muy interesante ^^

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  2. Hola Isa! me apunto ese que mencionas, todo sea por reconciliarme con las lecturas obligatorias del cole jajaa gracias por comentar! ;)

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  3. A pesar de que siempre he leído, durante mis estudios universitarios, lo dejé un poco de lado y recuerdo que de pronto calló en mis manos. El último carón de Matilde Asensí....y ya no he podido dejar de leer desde entonces

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    Respuestas
    1. Gracias por la visita! siempre es un placer contar con gente apasionada de la lectura por aquí ;)

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  4. ¡Hola Rubén! en el artículo anterior no había leído muchos libros que mencionaste, pero en esta ocasión es totalmente al contrario, menos la sonrisa etrusca me los he leído toditos, jo pues "Alicia en el País de las maravillas" es uno de mis libros favoritos, y me angustia un poco que no lo pasases demasiado bien leyéndolo, otro libro junto con el de Cela que me puso de muy mal humor fue el de Delibes " El camino" no disfruté nada con su lectura y también era una lectura obligatoria para el insti, y realmente lo pasé mal para poder hacer bien el examen jaja, y "Manolitos gafotas" me ha sacado más de una sonrisa.
    Un saludo, los leemos.

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  5. jaja esas lecturas de instituto son un arma de doble filo, aunque no gusten estás obligado a prestar mucha atención y acordarte de todo. Sobre Alicia, la verdad es que una relectura no vendría nada mal para cambiar ese recuerdo que tengo, que más que ser negativo es intenso. Veré si me animo este verano :) gracias por pasarte a comentar! ^^

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  6. Gracias Matt! me alegra tenerte por aquí, me pasaré por tu blog para hacer una visita :)

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