Empiezo esta reseña confesando que Calpurnia (Callie Vee para los amigos), se ha ganado un hueco en mi corazón de lector para el resto de mis días. La protagonista de la historia lo es todo en este libro. Conocerla, aprender junto a ella y verla crecer y evolucionar en su día a día, ha sido toda una sorpresa en este mes que tan poco he podido leer. Pero vayamos poco a poco.
Esta es la historia de una chica de 11 años, con 3 hermanos mayores y 3 pequeños (una pesadilla de casa, vamos), con lo que ello conlleva. Estamos en el año 1899 y tiene un pequeño (o no tan pequeño) problema: Callie se hace muchas preguntas, demasiadas y poco habituales para una niña de su edad, y ahí no queda la cosa, sus inquietudes pasan por esperar algo más en la vida que coser, cocinar o tocar el piano, ella no está hecha para ser una muchacha delicada como las demás, y tras conocer mejor a una figura familiar a la que hasta el momento simplemente temía, descubrirá la pasión que comparte por la ciencia, la naturaleza y la cultura. Estoy hablando de su abuelo, el capitán Tate, el hombre que dará sentido a la evolución de Calpurnia Tate.
A lo largo de los capítulos en los que se divide la historia, Callie nos narra con su propia voz su día a día. Haciendo gala de un lenguaje cultivado a pesar de ser una niña, y con un ingenio que nos sacará más de una sonrisa, nos presenta a toda su familia. Desde sus hermanos, con los que se enfrentará en alguna ocasión por temas diversos y muy entretenidos, pasando por su madre y la cocinera, las cuales se encargarán de hacer de Callie toda una señorita con lo que ellas consideran oportuno... y hasta hay tiempo de conocer a su única amiga Lula. Callie nos da su visión de su mundo, su vida y las personas que la rodean, recreando así a las mil maravillas la época en la que vive, utilizando en el desarrollo acontecimientos históricos como la llegada del primer teléfono, o el primer automóvil en una feria local.
Todo esto acompañando a la que podríamos considerar la trama principal de la historia, que no es otra que la relación de Callie con su abuelo, y las investigaciones que llevarán a cabo, explorando la naturaleza y tomando nota de todo aquello digno de pasar a la posteridad. La relación de ambos tiene un ritmo que me ha encantado, poco a poco de hacen inseparables y habrá momentos muy tiernos entre ellos. En esta historia hay sitio para el aprendizaje, porque aunque hablemos de 1899 y Callie tenga 11 años, sus preocupaciones y problemas son aplicables a cualquier joven a día de hoy, y desde luego es muy fácil aprender con ella y su abuelo, haciendo que la lectura sea muy amena a pesar de ser pausada y contener capítulos autoconclusivos en su mayoría, que tiene como único fin acercarnos a sus personajes en muchos de los aspectos de sus vidas.
Cuando una novela que se considera juvenil está narrada en primera persona por una chica joven, lo cierto es que yo tiendo a desconfiar, pues ya estoy escarmentado y para que me guste, tiene que haber una gran personalidad en la protagonista y normalmente acabo cansándome. Pues bien, esta historia es un punto a parte. La simpleza y frescura de su desarrollo y la genialidad que desprende Callie la han convertido en una estupenda lectura que me ha gustado mucho, sin miedo os digo que es de lo mejor que he leído este año y Calpurnia me ha resultado encantadora, desde sus divertidas manías hasta su mayores virtudes.
Podría seguir hablando (y escribiendo) horas y horas de todo lo que me ha aportado leer esta bonita historia, que siendo sincero, incluso me temía que me hiciera derramar alguna lágrima hacia el final de la misma (y eso que no soy muy sentimental), solo diré que de principio a fin, me ha encantado y dejado con un gran sabor de boca. Seguiría leyendo y conociendo a Calpurnia, porque se me ha hecho corto este paseo. ¿Y vosotros? ¿Conocéis ya a Callie Vee?
Yo no lo he leído pero te ha faltado decir que tiene la portada más bonita que he visto en decenios. De hecho, no tenía ni idea de la trama del libro a pesar de haberlo visto muchas veces en la librería porque nunca leía la contraportada (no sé ni siquiera si tiene texto en la contraportada) porque no podía más que mirar ese color amarillito tan mono!!!
ResponderEliminarY por lo de las narradoras en primera persona.... bueno, no todas son Anastasia Steel (me congratulará enormemente si no sabes de quien te estoy hablando), así que dales alguna oportunidad!
Besos!
jaja tienes razón la portada atrapa, y me parece perfecta para esta historia. No dudes en darle una oportunidad, a mi me ha cautivado de principio a fin. Respecto a lo de Anastasia, muya mi pesar, sé de quien hablas jajja pero por cuenta ajena, no la conozco de primera mano XD
EliminarUn abrazo María!
¡Hola!
ResponderEliminarCoincido contigo, sobre todo en lo de que me gustaría seguir leyendo más sobre ella. Eché de menos que hablaran algo más de ella, sobre si consiguió cumplir su sueño de ser científica. No sé, eso es lo que me ha fallado del libro.
El resto me ha encantado, sobre todo la relación que tiene con su abuelo. Y la madre me puso de los nervios en algún momento, la verdad.
Me alegra ver que has disfrutado de su lectura ^^
Un beso
Pues sí, me queda esa espinita de ver a Callie en la universidad o algo que nos deje claro que consiguió huir del destino que le preparaba su madre jaja pero sí, salvando eso, he disfrutado mucho. Una más en la que coincidimos! jaja un saludo
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