Tras esta señora introducción, paso a contaros que sacando un rato de esta tarde de sábado, he pensado que me venía que ni pintado aprovechar este proceso en el que estoy inmerso, para dar ese nuevo paso en esta sección que titulé "del proyecto a la publicación". La primera entrega era sobre la portada, aquí os voy a hablar un poco sobre la revisión profesional ortotipográfica y de estilo (y de mil cosas más que uno ni se podía imaginar antes de ser partícipe de una revisión...)
Lo primero que os quiero comentar, es que esta es mi segunda experiencia en el proceso, y además, por suerte, me toca trabajar con el mismo profesional que revisó mi anterior libro. Tratándose de una "continuación" viene mejor tratar con alguien que te conoce, y sobre todo que conoce tu estilo y recuerda (aunque sea vagamente) los personajes con los que se va a encontrar.
Os cuento un poco cómo funciona esto, al menos en mi caso, pues supongo que cada profesional trabajará según sus preferencias. Raúl (así se llama este señor), realiza la revisión completa del texto, lo hace en un documento word, con una plantilla específica y preparada en la que me encuentro anotaciones en el lateral derecho, y así a simple vista, colorines y más colorines por todas partes. En este punto del trabajo, yo ya no puedo hacer modificaciones directamente sobre el texto, este documento no se puede modificar, sino que yo tengo que comunicarle en otro documento a parte, todo lo que vea conveniente, o lo que encuentre que haya que modificar.
En las correcciones que él hace, utiliza colores para señalar diferentes errores. Hay que aclarar que ese documento que él me envía, tiene todo lo que yo escribí, es decir, lo que está mal, no se elimina, sino que se tacha, con el fin de que yo pueda ver dónde ha realizado cada corrección.
La mayoría de modificaciones no requieren un vistazo (más allá de comprender el error para no comenterlo en el futuro), pues corresponden a fallos gramaticales, repeticiones de palabras, comas mal colocadas, diálogos mezclados... ese tipo de cosas. Sin embargo, también se destacan anotaciones concretas que requieren la confirmación del autor, e incluso en otras ocasiones, una alternativa por mi parte a una frase concreta mal construida, o que contenga fallos de contexto.
Os pongo un ejemplo. Yo soy una persona por lo general muy impulsiva, escribo a rachas, y cuando estoy en plena fase de construcción, apenas me fijo en cómo estoy escribiendo, me centro en decir aquello que está en mi cabeza, y luego, no es raro encontrar frases que no tienen sentido alguno, y todo por culpa de una palabra que se coló en un mal sitio, o todo lo contrario, una que falta y sin la cual la frase es más complicada de descifrar que la letra de mi medico de cabecera.
Tengo que decir, que me fascina esta profesión de corregir y revisar manuscritos. Realmente es una labor que requiere tal nivel de conocimientos y concentración, que no creo que todo el mundo sea capaz de aguantar, por no hablar del tipo de trabajo, que va por rachas y encima es muy intenso, pues esta corrección en concreto la hemos empezado hace un par de días y tiene que estar lista el día 23 sí o sí, con la de vueltas que se le tenga que dar del derecho y del revés a la historia. La labor de un corrector no se limita a corregir como podría parecer, un buen corrector, enriquece tu trabajo, ve cosas que tú como autor no eres capaz de apreciar, da una gran variedad al vocabulario del texto y coloca todo en el sitio que debería estar. Desconozco como está pagado (aunque viviendo dónde vivimos y viendo el panorama y el sector editorial...) pero sin duda es de admirar y quitarse el sombrero que haya personas con tanta paciencia como para no volverse locas al encontrar por enésima vez el mismo error que haría sangrar muchos ojos.
El trabajo, como he dicho, se suele hacer en un plazo bastante corto y exigente generalmente, por lo que en esos días uno ve palabras subrayadas y colorines hasta durmiendo. Pero el esfuerzo merece la pena y mucho.
Como creo que esta entrada ya ha quedado suficiente nutrida con esta parte del proceso de publicación, la doy por finalizada, no sin antes mandar un saludo a Raúl (que no creo que lea esto nunca, pero no está de más dejarlo patente) y agradecer que vaya siempre más allá con sus explicaciones y anotaciones, con el fin de que en un futuro (dudoso) deje de ser tan desastre con esas "comas asesinas" y mi exceso de cuidado por huir del "laísmo".
Salgo de mi retiro (al que quise huir solo un par de días porque cogí un berrinche cuando se me borró un comentario super currado y entonces una cosa llevó a la otra y llevo cosa de un mes desaparecida de toda la blogosfera y parte del extranjero) y me encuentro con ¡buenas noticias!
ResponderEliminarMe alegro por ti, pero también por mí, porque este tipo de cosas me interesan mucho y es difícil encontrar a alguien que lo explique tan bien. Me cansa ver títulos en plan "Mi experiencia publicando" y encontrarme con "poh este lo autopubliqué y aquí está, con mi nombre". Así que bien, todo bien.
Me iré dando una vueltecita, a ver si me pongo al día ;)
Hola Violeta! no se si darte las gracias o pedirte disculpas por hacerte volver si es que ese retiro era voluntario jaja el caso es que me alegra verte por aquí, y que este tipo de entradas tre resulten interesantes. La verdad es que me siento cómodo hablando de estas cosas así con naturalidad y sin "adornar" mucho lo que es esta experiencia, así que no, no será la última ;) un abrazo!
Eliminar¡Hola Rubén! ^^
ResponderEliminarPues lo que dices es una buenísima noticia, y más si ha sido algo totalmente inesperado. Se agradece que lo expliques todo tan bien, sobre todo para los que estamos al "otro lado" y no tenemos ni idea del proceso de publicación de un libro, y sobre todo, del duro trabajo y toda la dedicación que hay detrás. Solo lo vemos después en las librerías, tan bonitos ahí puestos y ya, jeje. Así que como lectora que no entiende mucho de estas cosas, me ha parecido muy interesante lo que cuentas :)
Un beso y feliz domingo
Hola Mary! gracias por pasarte ;) no creo que me haya explicado muy bien jaja soy muy caótico cuando hablo de estas cosas, pero se refleja el trabajo que hay en esta etapa, que la más estresante dentro del proceso de publicación creo yo. A esperar al siguiente paso ;) un abrazo!
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