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¡Lágrimas de ceniza ya está en papel!

 ¡ Hola, familia ! Oficialmente la primera entrada del año en este blog llega casi a finales de febrero, efectivamente, pero por una buena causa. Lágrimas de ceniza ya está disponible en papel en las principales plataformas de venta de libros y librerías seleccionadas.  Y no va a ser la única protagonista de la jornada de hoy. ¡Vamos a ello! Toca empezar por el principio, y ese no es otro que haciendo honores a lo que acontece. Universo de letras ha publicado la edición en papel de mi última novela, misma editorial que hizo posible el lanzamiento en papel de Recuerda y Rododendro . Es un grupo editorial que además de ofrecer servicios de autopublicación, mantiene un acuerdo con el Grupo Planeta , motivo por el que ha sido posible lanzar estas versiones en papel. El formato de impresión es el mismo usado con Recuerda y con Rododendro , para respetar la continuidad en mis trabajos, mismo tamaño y mismo acabado en efecto mate. Ahora vienen las sorpresas.  Para la ocasión, hemos decidido

Mis lágrimas de ceniza, primera parte

Esta semana, como os adelanté en la entrada anterior, toca echar la vista atrás, a esa etapa de mi vida en la que resurgió el deseo de volver a escribir, lo cual ocurrió con una historia que nació en plena pandemia.

Nos situamos a principios de verano de 2020, cuando en España nos encontrábamos aturdidos aún por el reciente confinamiento, los cambios en las restricciones y sin tener claro cuánta normalidad se había recuperado. Yo me encontraba completamente alejado de la literatura, y centrado en la prensa digital de cine y de videojuegos, pero cada vez más inquieto, pues a veces notaba que me faltaba algo a nivel personal.

De no haber sido por una serie de circunstancias que me pusieron entre la espada y la pared y las personas de las que me rodeé aquel verano, no me habría dado cuenta de lo perdido que me encontraba, y de lo fácil que lo tenía para volver a encontrar mi camino. Hay una persona en concreto que sabe lo mucho que significó en aquel momento para mí, y que lo sigue significando hoy día, y desde aquí se lo agradezco una vez más. Simplemente os diré que tras muchos cambios en mi forma de encarar los retos y las adversidades, me di cuenta de que estaba listo para volver a mis propios mundos.

Poco a poco fue gestándose esta historia en mi cabeza. Quería sentir que era capaz de crear algo completamente nuevo, alejado de personajes o tramas que ya hubiese utilizado en el pasado, pero echando mano de particularidades que siempre he considerado señas de identidad. El género hacia el que quería encauzar la historia se alejaba tímidamente del thriller o la novela negra más tradicional, y abrazaba un espíritu más íntimo, emocional y psicológico, con un protagonista del que no nos separaremos en toda la obra.

Una de esas señas de identidad es la de plasmar una historia con dos grandes líneas temporales, pues el pasado siempre juega un papel primordial en mis obras; sucesos que tras muchos años han moldeado a los protagonistas y los llenan de cicatrices y heridas aún abiertas que tarde o temprano deben afrontar. Por tanto, con Lágrimas de ceniza, plasmé aquello por lo que yo mismo había pasado durante los últimos años, una redención personal, una catarsis que ayudara a mis personajes a despertar, al igual que lo estaba haciendo yo.

De esta forma, el borrador de Lágrimas de Ceniza (con "nuevo proyecto" como nombre) fue creado el 8 de agosto de 2020, tras lluvias de ideas, cambios y pruebas de lo más disparatadas. Recuerdo que fue apenas un par de días antes de ese día 8, cuando di con lo que quería contar; ocurrió una mañana en casa un pariente, mientras escribía en mi libreta, pues todas las historias que escribo nacen, a modo de escaleta, siempre a mano, como una forma de sentirme completamente conectado con la historia.

Siempre que me preguntan, confieso que, ese momento, en el que encuentras la razón de ser de una historia, la voz de sus personajes, es uno de los más apasionantes y mágicos que he experimentado jamás. En ese momento concreto, descubres que quieres, no solo contar esa historia, sino conocerla tú mismo en profundidad, hasta el más nimio detalle del personaje más pequeño que aparece en ella; pero sobre todo, quieres que esa historia llegue a mucha gente, y que se emocionen y conecten con tu protagonista, y en definitiva, contigo.

Aún me sorprende la rapidez con la que me acogí de nuevo a la rutina de escribir, y es que en apenas una semana ya estaba completamente sumergido en el desarrollo de la obra, trabajando en ella jornadas completas cada día, hasta el punto en el que tuve que tomar la decisión de abandonar mis otras ocupaciones, y dedicarme, tal y como me pedían el cuerpo y la mente, exclusivamente a esta historia que tanto bien me estaba haciendo.

A pesar de querer sentirme como en casa, con esta nueva aventura literaria, también quería tomar nuevos riesgos, por lo que decidí acercarme mucho más a casa de lo que lo había hecho habitualmente. De esa forma, mi nueva obra transcurriría en Europa, y no al otro lado del charco como hasta ahora. Y más lejos aún de ello, para sentirla más personal, aunque no hubiese escrito nada anteriormente en está época, quería que tuviera lugar en los 90', alejado de las redes sociales, el boom de los teléfonos móviles o los avances tecnológicos en general. 

Yo nací en 1990 y ciertamente, he encontrado muy estimulante tirar de recuerdos, de sensaciones y de elementos visuales concretos, para vestir y adornar el contexto de la obra, desde las cintas de casete hasta el tabú respecto a la homosexualidad, los estrenos en cine y televisión, o la influencia social de una figura tan mediática como Diana de Gales.

Fueron apenas tres meses los que tarde en acabar el primer (y muy caótico) borrador de la obra, y tenía tal nivel de concentración e inspiración, que no fui capaz de dejarla reposar en un cajón ni un par de semanas, me metí de lleno en las revisiones y reescrituras para perfeccionar y pulir la historia y las formas, por lo que la recta final del año la pasé completamente sumergido en ella, deseando sentirla terminada y poder hacerlo antes de cerrar el convulso año 2020.

Terminaremos esta primera parte de los orígenes de mi nueva novela con este dato: puse el punto final a Lágrimas de Ceniza el 23 de diciembre de 2020, y tras ello pasé una de las navidades más entrañables y mágicas que recuerdo, gracias, en parte, al hecho de haber recuperado la ilusión por escribir.

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Eso es todo por el momento, la semana que viene os veré de nuevo por estos lares para continuar con estos diarios y con muchas curiosidades nuevas. Os recuerdo que podéis encontrarme cada día en Twitter, donde comparto todas mis aficiones y los avances en mis proyectos de forma breve y directa, y que podéis contactar conmigo a través de su mensajería o por correo electrónico. 

¡Un beso y hasta la semana que viene!


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