¡Muy buenas tardes de jueves, familia!
De momento vamos a dejar fijo este día de publicación, que me voy habituando, así que crucemos los dedos mientras espero que esta recta final de febrero os esté tratando todo lo bien que merecéis (ya cada uno sabrá lo que eso significa ja ja).
Tras dedicarle nada menos que tres entradas al proceso creativo de Lágrimas de ceniza, al que ya apenas le separan un par de meses de su lanzamiento, es el momento de dar un salto y centrarnos en lo ocupa la mayor parte de mi tiempo, la próxima parada, la nueva historia a la que estoy dando forma.
Como viene siendo habitual en este juntaletras, trabajo con nombres en clave, sin tener un título claro hasta que termino el primer borrador de la historia en cuestión. Ese momento aún no ha llegado para el actual, por lo que, de momento, me refiero a él como "Proyecto Gretel". Es, ciertamente, un viejo conocido para mí y para aquellos que me hayáis estado siguiendo en este último año más o menos, sobre todo en mi web, puesto que es el proyecto en el que estuve trabajando durante un par de meses del año pasado, tras haberlo recuperado de un cajón olvidado, en el que lo metí hace ya más de cuatro años.
Se trata de una historia bastante convencional dentro del género en el que siempre me he movido, un thriller donde hay un misterio por resolver, asesinatos, malos malísimos y múltiples personajes que hacen avanzar la trama principal a medida que se van acercando a la verdad. Sigue la estela de Recuerda y Rododendro, y lo cierto es que iba a ser la siguiente de mis historias en ver la luz, pero finalmente, tras el largo paréntesis, Lágrimas de ceniza apareció en escena.
Se trata de esa historia que tuvo el dudoso honor de acompañarme en horas bajas, en ese momento en el que el bloqueo emocional ganó la partida y lo abandoné la escritura, cambié de rumbo. Es es uno de los temas de los que hablé en la primera parte de "Mis lágrimas de ceniza" de hace unas semanas. Dejé el borrador de este Proyecto Gretel casi casi a la mitad en 2018, totalmente incapaz de seguir adelante.
El proyecto ha permanecido guardado en un cajón estos años, hasta que "Lágrimas de ceniza" propició mi vuelta a la escritura narrativa y, tras ella, sentí que me debía a mí mismo y a este relato una segunda oportunidad (o tercera, realmente). Esta vez, por fin, he encontrado la voz de sus personajes, el motivo de su relato y las ganas de darles un final adecuado, quitándome de camino una espinita (no pequeña, precisamente).
Sobre su estilo narrativo y sus credenciales, lo noto muy cercano a lo que siempre he escrito, y retomarlo a estas alturas ha sido como volver a montar en bici tras muchos años. Es algo muy estimulante reencontrarme con lo que era en aquel momento, y tener claro hacia dónde quería dirigirme ahora, pero con una línea trazada que me servía de guía.
Entremos en materia: Proyecto Gretel transcurre en el año 2015, en una ciudad ficticia estadounidense. Es una historia de secuestros, de peligrosas organizaciones y asesinos sin escrúpulos, con un mundo muy oscuro en el que no hay sitio para la inocencia y la bondad. La desaparición de una camarera será el detonante para que un conocido remueva cielo y tierra para dar con su paradero, encontrando en el camino una red de secretos en la que dará con aliados inesperados y desesperados. Todo ello con una cuenta atrás sobre sus cabezas.
Como sinopsis improvisada no ha quedado nada mal. Refleja exactamente la superficie de la historia, puesto que en este tipo de novelas, no conviene dar más que unas pinceladas (también porque me encuentro en pleno desarrollo y esto puede dar muchas vueltas ja ja).
Para finalizar con este tema, por el momento, os diré que acabo de sobrepasar las 50.000 palabras, que para lo que estimo que será necesario en esta obra, es aproximadamente dos tercios de la historia, por lo que estoy entrando ya en el último tramo, y muy satisfecho con cómo se van asentando las tramas. Cada día voy avanzando un poco en el proyecto, así que en marzo debería dar por finalizado el primer borrador. ¡A seguir trabajando!
En otro orden de cosas, como podéis ver en la imagen de aquí arriba, toca hablar de otra de mis obras publicadas. Ayer, 23 de febrero, se cumplieron nada menos que 4 años del estreno de una de las publicaciones a las que más cariño le tengo, la antología de relatos "Retazos de mundos perdidos". Se trata de una pequeña recopilación de cinco relatos enmarcados dentro del género fantástico, con alguna excepción y varias sorpresas. Lo publiqué en digital y en papel (tapa blanda), con algunas ilustraciones en blanco y negro para añadir algo de valor a esa edición en papel, y a día de hoy es mi obra más asequible.
Para celebrarlo, además de haber hecho un pequeño hilo-homenaje en Twitter, pronto habrá una edición premium en tapa dura con interior de gran calidad e ilustraciones a color. Me hace mucha ilusión poder contar con esta nueva edición, la más completa y especial hasta la fecha, para que todos puedan acercarse a este conjunto de relatos. En cuanto tenga los detalles (espero que esté a la venta ya la próxima semana a través de Amazon), os informaré por aquí o por Twitter, además de actualizar su ficha en mi página web.
Y ya para terminar, esta semana también he publicado nuevo artículo sobre videojuegos en Videojuerguistas, mi segunda casa. En esta ocasión, hablo sobre la saga RPG Valkyrie Profile. Se trata de un repaso a sus virtudes a lo largo de sus varias entregas, y con una reflexión muy interesante sobre la figura de las valquirias en la ficción, y las posibilidades de volver a tener esta saga en la actualidad. Aquí tenéis el enlace para su lectura, ¡espero que os guste!
Y nada más por esta semana, toca seguir trabajando mucho en el Proyecto Gretel y en varios artículos para las próximas semanas que me tienen muy il Me despido, pero os veo por Twitter, familia. ¡Un abrazo!
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