Esta semana toca poner fin a la "trilogía" de artículos centrados en conocer cómo fue todo el proceso de creación de Lágrimas de ceniza, mi nueva novela, desde el momento en el que empecé a escribir el primer borrador, hasta el día de hoy, en el que ya me encuentro inmerso en la preparación de su publicación junto a los responsables de Click Ediciones, del grupo Planeta.
Como ya os conté anteriormente, esta nueva novela, estará disponible únicamente en formato digital en su estreno, y así será hasta nuevo aviso. Si las cosas salen bien espero tener buenas noticias en los meses posteriores a su estreno, pero de momento, pongamos los pies en el suelo, y centrémonos en terminar con este viaje a mis lágrimas de ceniza.
No es que el desarrollo de esta obra fuera un calvario o una experiencia complicada. Todo lo contrario, comparada con la creación del resto de novelas que he escrito, confieso que Lágrimas de ceniza resultó ser un viaje muy intuitivo y visceral. me sorprendió la facilidad con la que fui siguiendo la historia casi sin necesitar un trabajo previo y mil vueltas alrededor de cuántos capítulos tendría, qué tramas debía desarrollar y cuáles sobraban, o el desarrollo y desenlace que debía darle a casa personaje.
Sin embargo, es cierto que, como le comenté a mis más cercanos, algunos tramos de esta obra realmente me hicieron romperme como nunca me había pasado. Sentí de una forma muy profunda la injusticia y el dolor que padecen algunos de sus personajes, y me sorprendí porque, al fin al cabo, soy yo quien ha dado forma a lo que ocurre, control absoluto, y aún así, nunca había experimentado este grado de simbiosis con mis personajes, a los que he sentido muy reales y redondos.
Lloré a lágrima viva mientras escribía y daba voz a mis personajes, y es una experiencia que me hizo ver lo mucho que puede llegar a curar el alma la escritura.
Siguiendo justo donde lo dejamos la semana pasada, tras firmar el contrato de edición, quedamos a la espera de que le llegara el turno a mi novela, pues los procesos editoriales siempre llevan meses y meses. Lo que no esperaba era que llegaran las novedades al borde de acabar el pasado 2021. Cuando pasamos ya de mediados de diciembre, di por sentado que ya sería en enero o más adelante cuando llegarían los próximos pasos, pero... el 23 de diciembre, me llegó un correo electrónico de mi editora con la confirmación de que comenzaba su proceso de preparación.
Y no solo eso, ¡también me confirmó su fecha de publicación! y seguidamente, me comunicaba que el corrector designado para dicha tarea ya tenía la novela en sus manos y pronto se pondría en contacto conmigo para trabajar en las correcciones y todo lo que hiciera falta. Y efectivamente, se puso en contacto, y muy rápido, y entre Navidad y Nochevieja estuvimos trabajando en esas correcciones, días de mucha lectura y muchas horas frente al ordenador.
A diferencia de las otras dos novelas que publiqué con este sello editorial, en esta ocasión me tocó conocer a un nuevo corrector, y siempre es una experiencia emocionante conocer a alguien que va a encargarse de trabajar en pulir tu trabajo. El proceso varía mucho según la persona, pues como es lógico, cada uno tiene su metodología, sus ritmos y sus estilos, pero de nuevo he quedado muy satisfecho con el resultado y puedo decir que Lágrimas de ceniza está casi lista para su publicación, con un traje hecho a medida.
Aún no hemos avanzado en el diseño de la portada, que ya está en proceso, y algunos detalles como la sinopsis de la obra siguen en el aire y con horas por delante para perfilar, pero la obra llegará a las tiendas digitales en el mes de abril (el día aún es un secretito que me guardo para más adelante), así que tenemos tiempo de hacerlo todo con calma y con cabeza.
En este momento, me encuentro más centrado (para no perder los nervios más de la cuenta con las esperas... jaja) en el desarrollo de mi próxima novela, que es el tema que trataremos la semana que viene por aquí, ya que es un proyecto que viene de muy atrás y a pesar de que me ha dado problemas llevándome a multitud de callejones sin salida, había algo en ella que siempre me había querer volver a intentar dar con su voz, y en este 2022 podría haberlo conseguido.
Nada más por hoy, os recuerdo que podéis encontrarme cada día en Twitter, y que cada mes publico artículos en Videojuerguistas, como el que llegó hace apenas una semana, inspirado en El Principito, y los videojuegos que se han inspirado en su historia.
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